Guanajuato, Gto., a 20 de mayo de 2016.- Para el compositor Edgar Barroso, la música es pensamiento, no se limita al quehacer musical tradicional sino que ha fungido como una herramienta indispensable en su vida, ya que estimula su creatividad y lo impulsa día con día a realizar proyectos transdisciplinarios en diversas áreas de tecnología, arte y responsabilidad social.
Edgar Barroso es un destacado egresado del Departamento de Música de la Universidad de Guanajuato (UG), su trayectoria en el ámbito de la composición musical se ha fusionado con el emprendimiento y el pensamiento transdisciplinar por lo que ha desarrollado la construcción de varios "startups"; el diseño y operación de laboratorios de innovación; y la difusión de mecanismos de colaboración transdisciplinaria.
Después de su transcurso por la Universidad de Guanajuato, estudió un doctorado en Composición Musical en la Universidad de Harvard, lugar en el que además de la música aprendió a fusionar sus conocimientos artísticos con la ejecución de proyectos sociales de innovación tecnológica, algunos de ellos dirigidos a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, de ahí su interés se volcó hacia el emprendimiento público.
Desde su infancia hasta la actualidad, la música ha marcado distintas etapas de su vida, en principio su gusto e influencia por el rock fue guiando su vocación musical. En entrevista, Edgar mencionó que "mis inicios en la música fueron a través de gurús de rock clásicos y después mi propio grupo de rock, ahí aprendí algunas bases de la música como armonía y forma, después fui descubriendo a Bach -por ejemplo- y de ahí me surgió un amor tremendo por la música clásica y contemporánea, de ahí en adelante nunca la pude dejar".
Fue así como decidió entrar a la Universidad de Guanajuato para realizar sus estudios formales en composición, "sabía que en la UG había excelentes maestros, cuando yo estudié estaban los Maestros José Luis Castillo y Héctor Quintanar, destacados músicos que me inspiraron a seguir trabajando en buscar mi voz como compositor. De igual forma, el paso por la universidad fue un tiempo para conocerme a mí mismo, fue un recinto de conocimiento, un lugar para la reflexión, un lugar en el que se crearon invaluables amistades y un espacio que cambió mi vida, estoy muy agradecido por eso".
Posteriormente, al efectuar sus estudios de doctorado en Harvard y observar el desarrollo de su país desde una perspectiva distante, se dio cuenta que el pensamiento transdisciplinar y la creatividad podrían ser una herramienta muy poderosa para lograr una transformación social deseada por muchos ciudadanos comprometidos, es por esa razón, que utilizó las capacidades creativas que le otorgó la composición para crear programas de impulso social.
Convencido de que la música sirve para unir personas, expresó que "al darme cuenta de la fuerza y la capacidad colaborativa que la música me había enseñado, empecé a involucrarme en proyectos de innovación a través de comunidades de emprendimiento social y emprendimiento público. Aquí lo que me ha funcionado es el pensamiento musical-colectivo para poder habilitar a las personas a crear más oportunidades en la vida, eso es una satisfacción muy grande para mí".
Como un ejemplo de la aplicación del pensamiento musical en dichos proyectos, mencionó: "para mí no hay diferencia entre diseñar un programa social, un laboratorio de innovación o componer una partitura. Estoy entrenado para crear experiencias organizadas en el tiempo, es muy natural gracias a la composición, una partitura es un algoritmo en el tiempo, tiene una estructura, una forma de empezar, desarrollarse y evolucionar. Claro que existen distintos factores, variables y resultados, pero creo que la base, el pensamiento que construye una obra musical y un proyecto social para apoyar a emprendedores tiene mucho en común".
Edgar Barroso es director del "Laboratorio de Emprendimiento y Transformación" de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, espacio de experimentación en el que junto con un equipo de trabajo, ha hecho distintos programas como Mecate, La Sociedad de Emprendedores Públicos, Futuro y El Ágora de LET, todos ellos diseñados para impulsar proyectos de emprendimiento público que impacten significativamente la vida del mayor número de personas.
Además, Barroso tiene un programa llamado "Manos al Sonido", el cual elaborará en colaboración con el Centro Mexicano de la Música y las Artes Sonoras en Morelia: "vamos con los niños a que aprendan técnicas de sonorización para cine. Les ponemos películas, ellos escogen las escenas que más les gustan y luego les enseñamos toda la técnica de edición, video y audio. Al final, se interesan, les gustan y pueden interesarse en oficios que involucren tecnología musical. Es así como queremos inspirar vocaciones tecnológicas y que en un futuro no se queden en trabajos que están destinados a desaparecer o que tienen una remuneración mínima".
"También estamos por lanzar Código para Todos, una escuela itinerante de programación y Antena Lab un espacio para desarrollar la carrera de programadores emergentes y Aquí lo Hacemos, una habilitadora de proyectos de emprendimiento que necesiten programadores para desarrollar sus proyectos. Va a ser un año con mucho trabajo."
Actualmente, Edgar Barroso reside en Suiza, lugar que ha adoptado como su espacio creativo, en el que se dedica a componer, estudiar y diseñar los proyectos que después viene a implementar en México. En la actualidad es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte en México. Cabe destacar que sus obras siguen siendo interpretadas en foros importantes de Norteamérica, Iberoamérica, Asia y Europa.
