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Por Judith Ureña. Ciudad de México. 9 de agosto de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Francisco Kuri Breña Romero de Terreros es químico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con maestría en química orgánica y doctorado en química orgánica y biotecnología, así como miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Desde el 2013, el doctor Kuri Breña es director de nuevos desarrollos de la empresa Landsteiner Scientific; pero su llegada a las ciencias químicas no fue una decisión sencilla, de acuerdo con lo que narra el investigador, el primer contacto con la ciencia fue a través de uno de sus abuelos, quien era médico.

La medicina y su amor hacia los animales lo hicieron creer que su vocación estaría dirigida a la medicina veterinaria o a la biología marina, pero reconoce que conforme fue creciendo se preguntó con mayor seriedad qué era lo que quería hacer y de qué quería vivir, fue así que pasó al proceso de descartar opciones: la primera que hizo a un lado fue la biología, posteriormente la veterinaria.

Lo anterior, luego de recorrer la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la UNAM descubrió que no le gustaba tanto. Y aunque consideró que lo más cercano a esta era la medicina, tampoco optó por ella. Según narra el doctor Kuri Breña, su padre era el principal promotor para que estudiara medicina, pero debido a que era joven y en un plan meramente rebelde, no siguió el consejo paterno.

Fue así que llegó a la bioquímica. Como buen joven curioso, se puso a investigar sobre opciones, encontró la carrera de químico farmacobiólogo con especialidad en bioquímica para finalmente inscribirse en la Facultad de Química de la UNAM.

Prevalecen las dudas

Ya inscrito en la Facultad de Química, el doctor Kuri Breña cuenta que los orientadores profesionales de la facultad encargados de convencer sobre el apasionante mundo de la química resumieron tan fríamente la labor de los egresados que lo hicieron dudar nuevamente.

Recuerda que le dijeron, de forma muy resumidísima, que una vez titulado "podría hacer exámenes de sangre y orina", por lo que se desilusionó terriblemente de su elección, aunque se convenció de que dentro de esta facultad podría encontrar la opción que realmente le apasionara.

Reconoce que fue así que, tras cursar el tronco común y de manera muy circunstancial, optó por especializarse en química, "y me encanta, entre más la fui conociendo, más me fui entusiasmando".

Tras esta etapa llena de dudas, el doctor Kuri Breña, ya convencido de su especialidad, comenzó a trabajar con sustancias con actividad biológica y utilizadas en farmacias, así se fue especializando en esta materia hasta la aparición de la biotecnología y la medicina genómica.

"Quizá hoy en día, si regresara el tiempo, sí hubiera elegido medicina pero no me arrepiento para nada, he sido muy feliz en lo que escogí", subraya el experto.

Inspiraciones

En este ámbito tan personal, el químico subraya que sus inspiraciones fundamentales fueron tanto su padre como su abuelo, en quienes encontraba una dicotomía: "quería parecerme a ellos y al mismo tiempo no, pues yo siempre he querido que lo que sea que yo haga —bueno o malo— sea por mí y no por mi familia".

Así, estudiar química fue una forma de marcar la diferencia con respecto a su familia, "fue un aspecto que me gustó de estudiarla, ya que si era bueno o malo iba a ser por mí y no por ser hijo de", pero de pequeño, al ver su fascinación por la ciencia, le obsequiaron el libro Cazadores de microbios, el cual lo enamoró todavía más de la ciencia.

Desde entonces y hasta hoy en día, su héroe ha sido Louis Pasteur (también químico y quien también estudió cuestiones biológicas), a quien cataloga como su modelo de vida: "me encanta porque puedes hablar de moléculas, organismos, de enfermedades o incluso de procesos industriales, como la pasteurización de la leche", subraya.

Ciencias químicas y filosofía

Con un padre filósofo, el doctor Kuri Breña comprendió desde muy temprana edad que la filosofía significa "al que le gusta la verdad" y el hecho de trabajar para mejorar la calidad de vida de los demás, sin importar el área, hace que, sin duda, la filosofía adquiera un papel preponderante, toda vez que "la filosofía con que haces las cosas es lo que le da valor a tu trabajo".

"No solo lo haces porque a ti te gusta, sino porque va a tener un bien mayor, para —en algún sentido— poner tu granito de arena y eso es muy importante". Para el químico, la relevancia de contar con un doctorado en filosofía va en un sentido más rousseauniano, en velar por el bien común, reconoce el experto.

Investigaciones

Al cuestionarle sobre la investigación de la que se siente más orgulloso, el doctor responde que se siente muy satisfecho de llevar a cabo investigación en la industria, "porque a mí la investigación aplicada siempre me ha parecido que tiene un valor muy importante y que está, hasta cierto punto, ninguneada por la sociedad en general".

Recientemente, gracias a su trabajo, el doctor Kuri Breña se ha involucrado en el estudio de la medicina genómica, misma que cataloga como un tema "muy de frontera", ya que en México existen muy pocas compañías que elaboran medicina genómica en el país.

Desde el año 2013 y con su ingreso a la empresa Landsteiner Scientific, viene trabajando con tres líneas de investigación en medicina genómica: obesidad (estudiar e investigar su origen para comprender cómo tratarla y mejorar las condiciones de vida de las personas); enfermedades neurodegenerativas (principalmente Alzheimer), y cáncer.

Finalmente, el doctor Kuri Breña reconoce que el problema de que la ciencia pueda resultar aburrida para la gente es producto de ella misma, sobre todo por contar con un lenguaje tan técnico, preciso y específico que se vuelve fácil entre iguales, pero al tratar de comunicarlo con el resto de la gente se torna complicado, y mientras la gente no pueda ver de forma tangible los beneficios de la ciencia, no la valorará.

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