ines ferrero candenas universidad guanajuato ug ugtoGuanajuato, Gto., a 03 de enero del 2017.- Salvador Dalí, Luis Buñuel, Tristan Tzara, Joan Miró y René Magritte, son tan sólo algunos de los nombres más reconocidos del movimiento artístico conocido como Surrealismo. Sin embargo, ¿qué sabemos sobre la participación de las mujeres en esta vanguardia?

Sobre este tema reflexiona la Dra. Inés Ferrero Cándenas, profesora del Departamento de Letras Hispánicas de la Universidad de Guanajuato (UG), quien se ha encargado de investigar la obra de autoras imprescindibles como Remedios Varo, Leonora Carrington, Bridget Bate o Alice Rahon, quienes ampliaron nuestra concepción del Surrealismo y del mundo.

Los surrealistas dejaron manifiestos, cartas o conferencias que dan testimonio de sus presupuestos ideológicos y a partir de los cuales entendemos este movimiento. Entre estos se destacan el interés por los mitos, símbolos, folklore, leyendas y otras formas de creación colectiva; la crítica de los valores cívicos de la burguesía; la búsqueda de la realidad última a través del subconsciente humano; y vivir como una obra de arte.

En consonancia con este rechazo a la visión informativa o descriptiva de la realidad está el concepto de lo marveilleux (lo maravilloso), lo cual según el Manifiesto Surrealista "es siempre bello" e incluso, "debemos decir que solamente lo maravilloso es bello".

Según la Dra. Inés Ferrero Cándenas, la mujer, su cuerpo y psique eran una pieza clave para el concepto de "le merveilleux", ya que éste estaba informado a su vez por la noción de "amor loco" (amour fou).

Sin embargo, para la profesora de Valenciana, esta idea orillaba a las mujeres a una posición de objeto bello, a un eterno ideal de femme-enfant (mujer niña), pero nunca como artistas, creadoras, como lo fueron Remedios Varo, Leonora Carrington, Bridget Bate o Alice Rahon, artistas que rompieron con los preceptos del surrealismo ortodoxo.

La investigadora señala que estas artistas se presentaban a sí mismas como independientes del círculo cerrado de André Breton, además de que la mayoría de ellas eran mucho más jóvenes que sus colegas masculinos por lo que realizaron su trabajo años después de dejar el grupo. En este sentido se podría hablar de un movimiento paralelo o de una especie de post-surrealismo.

La profesora de literatura comparada asegura que la visión de estas artistas amplía y complementa la de los hombres en tanto que va más allá del cuerpo y presencia de la figura femenina como llave de acceso al estado surreal. Basta ver las pinturas de Remedios Varo o Leonora Carrington para observar cómo reelaboran los temas de la alquimia, la naturaleza, la magia, la ciencia o la astrología. Igualmente, pareciera que estas artistas otorgan una estructura narrativa a sus cuadros que encontramos ausente prácticamente en la totalidad de los autores hombres.

Por ello, detalló, en las obras de estas artistas encontramos casi siempre figuras femeninas o andróginas y siempre desde la posición de la creadora, la hechicera, la iluminada, la profeta, pero nunca desde la posición de objeto, musa o llave a lo maravilloso.

La Dra. Inés Ferrero Cándenas aclaró que, aunque existe mucho material crítico sobre estas autoras, en comparación, aún es opacado por la de los miembros ortodoxos en la Historia del arte. De ahí que continúe siendo importante una labor de rescate de su producción artística y literaria. En este sentido, dijo, ya no sólo estaríamos hablando del surrealismo, sino de la historia en general.

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