Guanajuato, Gto., 24 de septiembre de 2014. Hace siete años, al trabajar en su tesis de maestría el tema de los biodigestores, Santiago Gutiérrez Vargas comenzó a delinear un reto: construir plantas que generen gas natural. Lo consiguió al fundar Gas Verde, una empresa que utiliza desechos y los convierte en un combustible que puede sustituir al gas LP, la gasolina o al diesel.
Asesorado por el Dr. Ernesto Alfredo Camarena Aguilar, el estudiante vio que para mejorar la tecnología de los biodigestores no le bastaban los conocimientos en ingeniería mecánica, por lo que ingresó al Doctorado en Química, también en la Universidad de Guanajuato (UG).
"Ahí nació la idea de hacer Gas Verde. Es lo que busca hacer el Dr. Camarena con el proyecto, tecnología barata, escalable y de bajo costo, porque el impacto sería principalmente en las comunidades rurales", explica el Mtro. Santiago Gutiérrez.
Un biodigestor –explica- es como una bolsa en la que metes la basura y todo lo que se puede pudrir. "Por ejemplo, cuando tienes una bolsa de basura en tu casa huele mal, eso que huele feo nosotros se lo damos de comer a las bacterias, ellas lo transforman y nos hacen un combustible. Es un combustible que sustituye al gas LP, al gas natural, a la gasolina e incluso al diesel. A futuro se espera que sustituya al hidrógeno".
En las comunidades a las que se ha llevado el proyecto el objetivo es evitar el uso de la leña. Así disminuye la tala de árboles, problemas respiratorios y además solucionan el problema de los desechos, porque en gran parte de las comunidades hay criaderos de animales que son focos de infección.
De eso se trató el proyecto en pequeña escala. A nivel industrial la meta es reducir el consumo de electricidad.
Con la tecnología que han desarrollado en la Universidad de Guanajuato el gas que se produce se puede mantener en tanques y en caso de que se apruebe la reforma energética, venderían el biocombustible. Esa posibilidad permitiría pasar del autoconsumo del gas a crear un negocio altamente rentable y con beneficios sociales y ambientales.
El primer proyecto importante de Gas Verde es en la Central de Abastos de Irapuato, en donde se generan 10 toneladas de desechos orgánicos que serán colocados en un biodigestor para producir gas y energía eléctrica.
A futuro, esta tecnología permitiría transformar todos los residuos "nuestra meta es que con Gas Verde ya no existan los rellenos sanitarios", resume el Mtro. Gutiérrez Vargas.
Por ahora los biodigestores están operando en comunidades de Irapuato, y por medio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) están a punto de instalar doce más, tres en Jerécuaro, tres en San Miguel de Allende, tres en Abasolo y otros otres tres en lugares aún por definir.
Además hay un proyecto de colaboración con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para llevarlo a las comunidades de dicho estado.
Santiago Gutiérrez destaca otro beneficio: la tecnología con la que trabajan es accesible a los estudiantes, en la planta de la UG los alumnos pueden hacer sus prácticas y proponer mejoras. Actulamente, además del fundador hay ocho alumnos -de Ingeniería Ambiental, Alimentos, Química, y Civil- colaborando en Gas Verde.
El proyecto en sus diferentes fases ha tenido una destacada participación en diferentes concursos, el último fue el Reto Innovagro, en donde ganó el primer lugar. Ahí Gas Verde cumplió a cabalidad las exigencias: atender la tecnología para el campo, impactar favorablemente en un millón de personas en menos de cinco años y generar recursos.
Como premio, Santiago Gutiérrez hará un viaje de inmersión a Silicon Valley –en donde están asentadas empresas como Google, Facebook, Hewlett-Packard, Nokia y Yahoo- "la idea es ir allá y brincar de tener una idea e incubar un proyecto a generar utilidades".
Además, la participación en Innovagro derivó en alianzas con otros emprendedores que demandan energía en sus procesos, y recurrirán a Gas Verde para que la genere.
Sobre las experiencias adquiridas en estos últimos años, el alumno de Doctorado comparte: "Cuando uno va a los primeros concursos de creatividad, cree que ganar es suficiente, pero la verdad es que para montar una empresa de base tecnológica, hay que estar año con año y nunca decir ya acabé. Nunca es suficiente, la competencia es muy fuerte y la mejora es continua".
