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Una Experiencia de Aprendizaje 

1Mi nombre es María Elizabeth López García, soy de Salamanca Guanajuato y actualmente estudio en Guanajuato capital en la División de Ciencias Económicas Administrativas la carrera de Relaciones Industriales.

Desde que cursaba preparatoria, siempre tuve el sueño de irme de intercambio. Me ponía a pensar en cómo sería, cuánto aprendería, las diferentes personas y culturas que conocería, y en ese entonces era un sueño un poco lejano para mí.

Entrando a la universidad, continuaba con esa mentalidad de que realizaría un intercambio aunque cabe mencionar que en algunos momentos llegué a pensar que realizar un intercambio era algo difícil de lograr porque requería dinero, muchos procesos, papeleo, la aceptación del intercambio por parte de las dos universidades…y por todo esto, empezaba a abandonar un poco mi sueño, pero después cuando platicaba con gente que se habían ido de intercambio y me contaban sus historias, me inspiraban en luchar por este sueño.

Desde que comencé con los trámites del intercambio comenzó ese gran aprendizaje que me dejó esta experiencia, pues se necesitó dedicación en el proceso, desde pedir apoyos, tramitar papeles, hasta prepararme con el idioma.

Durante el proceso me enfrenté con problemas que me hicieron tener cada vez más presente cuánto quería lograr este sueño. Algunos de estos problemas fueron el pedir apoyos y becas patrocinadas las  cuales me negaban o daban largas al asunto dejándome esperanzada  a obtener un sí como respuesta; y un problema aún mayor que por un momento me detuvo mi proceso fue la VISA, ya que cuando fui a México D.F. a solicitarla me la detuvieron pues primero iban a realizar un proceso administrativo. Con esto, tuve que detener todo pues no me habían negado la VISA pero tampoco me la habían aprobado y primero necesitaba la VISA para poder seguir con todo el proceso del intercambio. Tuve que esperar aproximadamente un mes para que me aprobaran la VISA y que yo la recibiera, mientras que yo sabía que el tiempo se venía encima.

En West Virginia University nos recomendaban llegar  antes del día 7 de enero del 2011, ya que ese día se daría una plática de inducción a la cual yo quería asistir. Para mi suerte, el día 5 de enero del 2011 a medio día me llegó la VISA, y ese mismo día compré boleto de avión, preparé maleta y me despedí de mi familia y amigos. El día 6 de enero yo ya me encontraba viajando hacia WVU.

En el camino me encontraba con miedo de no saber lo que me esperaba, pero a la vez emocionada de que estaba por comenzar esta gran experiencia con la que tanto había soñado.

2De antemano sabía que no todo iba a ser fácil, ya que habrían momentos emocionalmente difíciles que tendría que afrontar y con los cuales iba a aprender. También sabía que académicamente iba a ser un reto, ya que con el hecho de llevar materias en un idioma distinto al mío sería complicado, pero aún así en todo momento me empeñé por tener un buen desempeño pues quería ser una buena representante de México y de la Universidad de Guanajuato.

En un principio era un poco desesperante estudiar en inglés, ya que el idioma no me permitía estudiar como usualmente lo hacía pues me tomaba más tiempo entender o traducir el texto, y en los exámenes era complicado porque en ocasiones entendía de diferente manera las preguntas. Otro pequeño detalle con el que me tuve que enfrentar fue el choque de información, es decir el querer entender lo que estaba aprendiendo allá con lo que yo había aprendido en la Universidad de Guanajuato, en momentos me ayudaba pero en algunos otros sólo me complicaba más el asimilar la información ya que cada país tiene sus procesos.

Con el paso de los meses me empecé a sentir más cómoda con el inglés, estudiaba un poco más rápido, y sentía una gran satisfacción el ver como mis calificaciones en los exámenes mejoraba, se me hacía más fácil comunicarme con la gente y entendía más fácilmente cuando me hablaban.

Si fue un reto académicamente el estar allá, pero también comprobé que los programas de Universidad de Guanajuato pueden competir con una universidad como West Virginia University, y que así como en WVU tienen maestros preparados, la UG cuenta con profesores que tienen experiencia, que a los alumnos nos ayudan y nos transmiten conocimientos que nos ayudarán en el futuro.

Algo que también me emocionaba mucho era el tener la oportunidad de conocer gente de diferentes partes del mundo y conocer un poco más de sus culturas, así como demostrar todo lo bueno que tiene la nuestra. Era interesante el compartir culturas y con esto poder entender el comportamiento de cada uno.

3Al tener esta interacción con algunos amigos de otras partes del mundo, valoré la cultura mexicana y a nuestro país en general, ya que cada lugar así como el nuestro cuenta con cosas positivas y negativas, pero las positivas con las que contamos los mexicanas son muy valiosas y al estar en otro país se añora.

Platicando con amigos de otros países, compartíamos información de nuestro país de origen, familia, amigos, escuelas, y muchos mostraban interés en la Universidad de Guanajuato. Les comentaba las diferentes carreras con las que cuenta la universidad así como las ventajas que posee la UG.

Al hablar de mi país y de mi universidad sentía una sensación de satisfacción al poder contarles todas las ventajas que te brinda México y la UG, como apoyan a los estudiantes, las facilidades con las que cuentas siendo estudiante, entre otras cosas.

En conclusión, ¡esta experiencia fue grandiosa!  Los primeros meses de adaptación fueron un poco difíciles, ya que durante la realización de este sueño, hubieron momentos de estrés, te tristeza, pero también de muchas alegrías, de aprendizaje, y sobre todo satisfacción personal. Puedo decir que valió la pena cada sacrificio, cada momento de estrés, de tristeza porque desde el comienzo de esta aventura, aprendí muchas cosas, me hice más independiente, abrí mis horizontes, valoré muchas cosas maravillosas con las que contamos en nuestro país y que antes de irme no valoraba tanto, este tipo de experiencias que se viven son únicas, aprendes a relacionarte con gente de diferente cultura y ser tolerante, valoré mi entorno ya que antes de irme al verlo tan cotidiano no lo valoraba como ahora lo hago, me demostré a mi misma que los sueños sí se pueden lograr.

Ampliamente recomiendo a familiares, compañeros y amigos que realicen un intercambio, ya que es algo que te sirve mucho, con lo que creces como persona, maduras y vives nuevas experiencias que nunca olvidarás.

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