umbralesLos espacios cotidianos y la condición humana, el amor, el caos y el desamparo son los espejos múltiples que se confrontan y suceden infinitamente en este libro del guanajuatense Luis Paniagua. El volumen número 6 de la colección Cocodrilos, de la Editorial de la Universidad de Guanajuato, encuentra en Umbrales un excelente espacio para hablarnos de cerca, de frente y desde el interior, para hacernos sospechar que -siguiendo las palabras de su autor-, de algún modo, en la oscuridad, de este lado del sueño, seguimos tratando de salvarnos.

ley y las palabrasEntre Derecho y Literatura existen lazos que superan los cuarenta siglos. En la modernidad, con la creación de la novela como género y el desarrollo democrático de la institución jurídica, esos vínculos se estrecharon más. Aquí se tratan diversas fórmulas de derecho presentes en algunas obras clásicas y contemporáneas de la literatura occidental.

alas a la obraLa hora de la palabra, cuando las hojas del libro despiertan por la incisiva mirada del lector. Vendrá luego la escena, que alojará cuerpos, voces, luz y movimiento para atar al espectador en su butaca. Ese es el proceso que este volumen de papel prefigura. Además, Alas a la obra contiene la intención del alejamiento, del viaje por los aires, o sea, la esperanza de alcanzar las alturas. De nuevo, la Universidad de Guanajuato abrió la convocatoria de la Segunda Muestra Regional de Dramaturgia, y el conjunto de las cinco obras de Sandra Carrazco Aguirre, Job Orlando Díaz Padilla, Perla Patricia García Gallegos, Roberto Gómez Domínguez y Juan José Prado es el resultado de 2017.

ibarguengoitia y los senderos cuevanenses

“Umberto Eco, en sus Seis paseos por los bosques narrativos, describía ya el texto como el jardín de los senderos que se bifurcan de Borges. Con esta referencia literaria buscaba aludir a la exigencia textual de tomar elecciones a cada paso, de leer completando siempre el texto, de poner en la mesa nuestras propias experiencias para lograr dar sentido a lo narrado; pero siempre con la precaución de saber deslindar lo particular de una experiencia de su carácter potencial. Lo llama 'atenerse al juego', porque ser lector es precisamente entender que el texto nos plantea sus propias reglas.

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