Dr. León F. Gay Alanís
Departamento de Ingeniería Civil,
División de Ingenierías,
Campus Guanajuato,
Universidad de Guanajuato
Hemos hablado en este espacio acerca de la resiliencia urbana como la capacidad de una ciudad para recuperarse de eventos disruptivos naturales (v.gr. huracanes, sismos, erupción volcánica, etc.) o antropogénicos (v.gr. vandalismo, terrorismo, etc.). En general, en resiliencia urbana hay eventos disruptivos, sean o no desastres; es decir, todos los desastres son eventos disruptivos, mientras que no todos los eventos disruptivos son desastres.
La resiliencia urbana se trata de un problema complejo y multidisciplinario, del que existen diversos aspectos a considerar, sobre todo porque cada ciudad tiene niveles de resiliencia diferentes para diferentes eventos disruptivos. Por ejemplo, es posible que una ciudad sea muy resiliente a inundaciones, y no a sismos. Además, existen niveles de importancia para la infraestructura urbana, ya que ciertos componentes son críticos en caso de desastre; es deseable que los hospitales y los servicios de emergencia sean más resilientes que los edificios de oficinas.
La resiliencia puede ser ecológica o de ingeniería. Normalmente se conoce como resiliencia de ingeniería a aquella cuyo objetivo es restablecer el mismo estado del sistema que existía antes de un desastre, mientras que la resiliencia ecológica permite recuperar la función del sistema en una forma igual o distinta a la que existía antes del mismo desastre. En términos urbanos es frecuentemente más deseable no volver al mismo estado pre-desastre, sino a un estado mejorado, con menos riesgos y mejor infraestructura.
La resiliencia puede aplicarse a procesos positivos o negativos. La resiliencia simplemente permite que un sistema perdure, independientemente de que se trate de un sistema deseable o no. Por ejemplo, no sería deseable que las zonas marginadas de una ciudad o los cinturones de pobreza sean resilientes y no puedan ser erradicados.
En términos generales, la resiliencia de los componentes de cada infraestructura es de tipo ingenieril, y la resiliencia urbana es del tipo ecológico. Cuando una ciudad se enfrenta a un desastre, las reparaciones de la infraestructura buscan restablecer servicios como luz, agua, y comunicaciones (resiliencia de ingeniería), mientras que a nivel urbano, la resiliencia no busca volver al estado anterior sino mejorar: recuperar áreas habitacionales fuera de las zonas de riesgo, o tener servicios de emergencia más equipados y eficientes (resiliencia ecológica).
A estos aspectos están enfocadas las investigaciones que se realizan en la Universidad de Guanajuato sobre resiliencia urbana a fin de ofrecer recomendaciones de política urbana, estrategias de movilidad, desarrollo de planes de emergencia para ciudades y otras acciones pertinentes para la recuperación y el desarrollo.
Fecha de publicación: 8 de junio de 2018.
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