Juan Manuel Peralta Hernández y
Silvia Gutiérrez Granados
Departamento de Química
División de Ciencias Naturales y Exactas
Campus Guanajuato
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México es un país de grandes contrastes y carencias respecto al agua. La distribución del recurso es muy variable regionalmente, y se encuentra íntimamente ligada a la satisfacción de las necesidades sociales más básicas, puesto que la disponibilidad de agua en cantidad y calidad es una condición necesaria para hacer viable el desarrollo social, económico y ambiental de nuestro país. En el tema del agua son especialmente visibles las implicaciones que tienen su preservación y cuidado actual respecto de su disponibilidad para las generaciones futuras.
Con el objetivo de ofrecer tecnologías capaces para llevar a cabo el tratamiento de agua, el Cuerpo Académico de Electroquímica Ambiental, de la Universidad de Guanajuato, desarrolla pruebas aplicando procesos electroquímicos de oxidación avanzada (PEOA), los cuales ofrecen varias ventajas técnicas, tales como la compatibilidad ambiental, versatilidad, alta eficiencia y seguridad debido a que operan en condiciones ambientales. Los PEOA se basan en tratamientos electroquímicos que favorecen la degradación de compuestos orgánicos en la superficie de un electrodo o a través de la reacción de Fenton.
La oxidación anódica (AOx) es el PEOA más comúnmente usado, el cual se basa en la destrucción de compuestos orgánicos en una superficie anódica. El proceso Electro-Fenton (EF), se fundamenta en la reacción de Fenton, por ello, la técnica típica es la generación de peróxido de hidrógeno (H2O2) a través de la reducción de O2 en el medio, y se añade un catalizador de hierro al efluente. Además, la eficiencia del proceso EF también se puede mejorar con el uso de la luz solar, logrando así el proceso fotoelectro-Fenton solar (FEFS).
Para demostrar la viabilidad de los PEOA, el Cuerpo Académico de Electroquímica Ambiental, ha desarrollado sistemas piloto que van desde los 80 hasta 160 L/min para degradar una amplia lista de contaminantes como fármacos (paracetamol y diclofenac), colorantes utilizados en la industria curtidura, textil y de alimentos, así como diferentes efluentes industriales (tenerías, rastros, aguas municipales y lecherias), pesticidas utilizados en la agricultura (gesaprim y hierbamina). En la mayoría de los casos se han obtenido eficiencias altas de degradación que superan el 90%.
A la luz de lo mencionado anteriormente, es evidente que los PEOA como AO, EF y FEFS son factibles para llevar acabo la degradación de contaminantes orgánicos tóxicos y refractarios presentes en agua, ya que permiten altas eficiencias de remoción. Estas tecnologías sencillas, seguras y respetuosas del medio ambiente por lo tanto pueden ser escaladas y puestas en marcha junto con los reactores de tanque agitado a nivel industrial o utilizándolas fácilmente como plantas de recirculación.
Fecha de publicación: 26 de junio de 2016.
