dra maria luisa

María Luisa Lazo de la Vega Monroy, Gloria Barbosa Sabanero, Karen Alejandra Mata Tapia, Martha Isabel González Domínguez, Héctor Manuel Gómez Zapata
Departamento de Ciencias Médicas,
División de Ciencias de la Salud,
Campus León,
Universidad de Guanajuato

La obesidad es una condición médica en la cual se acumula un exceso de grasa en el organismo, llevando a una disfunción del tejido adiposo. La prevalencia mundial de obesidad se ha incrementado de manera alarmante, particularmente en niños y adolescentes, aumentando en ellos el riesgo de presentar enfermedades previamente consideradas “adultas”, como diabetes tipo 2, síndrome metabólico, e hígado graso, entre otras. En la actualidad, México ocupa el segundo lugar en obesidad adulta entre los países de la OCDE, y uno de cada tres niños padece sobrepeso u obesidad.

Se sabe que el peso y la adiposidad del recién nacido son importantes para determinar el riesgo de obesidad durante la infancia, así como de padecer enfermedades metabólicas en la vida adulta, un concepto conocido como DOHAD (Orígenes de la salud y la enfermedad durante del desarrollo). Este concepto establece que las etapas tempranas de la vida, desde el embarazo y lactancia, son ventanas críticas para la programación de órganos metabólicos como el tejido adiposo, el hígado y el páncreas, condicionando la salud en la etapa adulta. Los factores que puede influir en un para un desarrollo adecuado de estos órganos incluyen un peso pregestacional dentro de los parámetros normales, una correcta función placentaria, y una nutrición materna adecuada durante dichas etapas.

En el Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Guanajuato se realizan investigaciones enfocadas a ahondar en el concepto DOHAD, estudiando los factores que influyen en el peso y metabolismo del recién nacido. En trabajos recientes realizados con embarazadas sanas y sin obesidad, se encontró que el índice de masa corporal de la mamá antes del embarazo, se asocia con la activación de moléculas en la placenta encargadas de detectar los nutrientes maternos y modular su paso hacia el feto. Estos “sensores de nutrientes” influyen a su vez en el peso al nacimiento, la adiposidad y el metabolismo del recién nacido, los cuales se evaluaron a través de las hormonas leptina e insulina en sangre de cordón umbilical.

Existe evidencia en la literatura de que, principalmente en modelos animales como rata o ratón, los efectos de factores adversos como la obesidad durante el embarazo pueden generar alteraciones metabólicas incluso hasta en dos generaciones posteriores, un término llamado "programación transgeneracional". Esto hace que el problema de la obesidad tenga mayores consecuencias a largo plazo, ya que los hijos de madres con obesidad no solamente estarían desarrollándose y programando su metabolismo de manera adversa sino también el de su descendencia. Debido a ello, el estudio de los mecanismos por los cuales el desarrollo del feto y la fisiología cambian en respuesta a los factores ambientales, así como un enfoque DOHaD sobre prácticas de salud, permitiría plantear nuevas estrategias tempranas de prevención de la obesidad y las enfermedades asociadas a ella.

 

Fecha de publicación: 15 de agosto de 2020.

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