dra sandra neli jimenez garcia

 

 

 

 

 

 

Dra. Sandra Neli Jiménez García
Departemanto de Enfermería y Obstetricia,
División de Ciencias de la Salud e Ingenierías,
Campus Celaya-Salvatierra,
Universidad de Guanajuato

En los últimos años el consumo de alimentos de alta calidad considerando la inocuidad y la calidad nutricional ha ido en aumento. Mundialmente nos hemos enfocado en el consumo de alimentos ricos en “antioxidantes”. Los antioxidantes coloquialmente son sustancias que forman parte de los alimentos que comúnmente consumimos como son vitaminas, compuestos que generan color o sabor, algunos ácidos grasos entre otros. Estos antioxidantes al consumirlos se pueden considerar como una alternativa para las enfermedades crónico-degenerativas ya que estos compuestos en los alimentos pueden influir en actividades celulares y fisiológicas, además al ingerirlos provocar un efecto beneficioso para la salud.

No olvidemos que los compuestos antioxidantes no son nutrientes y no se consideran esenciales para la vida, ya que los encontramos en cantidades pequeñas en los alimentos comúnmente de origen vegetal. Químicamente estos antioxidantes los conocemos como: polifenoles, terpenos, betalainas, carotenoides, saponias, etc.; pero el consumo en cantidades pequeñas de estos compuestos genera efectos saludables en el organismo centrados en enfermedades no transmisibles.

En los últimos años este paradigma del consumo de antioxidantes y considerarlo “alimento o medicina” ha generado oportunidades como desafíos para la investigación y las industria alimentaria y farmacéutica las cuales se han centrado en desarrollar alimentos funcionales y suplementos o complementos alimenticios. Las industrias se enfocan en concentrar los compuestos de diversas matrices alimentarias como un ingrediente funcional y adicionarlas a algunos alimentos para enriquecerlo, pero farmacéuticamente los encontramos en polvo, cápsulas, comprimidos, etc pero sigue siendo un desafío para ellos ya que deben garantizar la seguridad, eficacia del suplemento o complemento que nos ofrece.

Por ello, nuestra oportunidad en la investigación enfocada en estos compuestos funcionales sigue tomando fuerza con la experiencia científica en la parte de descubrimiento y desarrollo de estos compuestos frente a la complejidad de relación la salud y las enfermedades no transmisibles. Como investigadores nos enfocamos en identificas la concentración y tipo de compuesto antioxidantes presentes en extractos de hojas, frutos, tallos, semilla, etc., también en investigar cómo potenciar ese compuesto desde el cultivo sin afectar al producto final.

Sabemos que muchos compuestos ya se han identificado y se sigue investigando, dependiendo de su grupo taxonómico y género, además de las regiones donde se localizan de forma endémica o si es de un cultivo a cielo abierto o invernadero. Sabemos que muchos productos naturales de consumo frecuente tienen efectos o exhiben actividades antimicrobianas, analgésicas, antihelmínticas, antitumorales, antimutagénico, etc.

Por ejemplo, el extracto de hoja de Hederae folium (hoja de hiedra) se utiliza en el tratamiento de bronquitis inflamatoria y los compuestos antioxidantes presente en este son saponinas. No olvidemos que una dieta rica en antioxidantes como pueden ser consumo de polifenoles presentes principalmente en frutos rojos, pero también los encontramos en naranjas, granos de café, manzana, trigo, piña, avena, entre otros; disminuyen el riesgo de diabetes mellitus y sus factores predisponentes y la principal función de estos compuestos es normalizar los niveles de glucémicos y prevenir las complicaciones de la diabetes mellitus.

Por otro lado, el poder cardioprotector de los compuestos antioxidante (vitamina E, vitamina C, polifenoles, carotenoides y minerales) su principal efecto es reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares; estos compuestos los encontramos en nueces, soya, maíz, jitomate, té verde, cítricos, zanahoria, mango, etc. También los compuestos antioxidantes tienen efecto sobre el síndrome metabolito, problemas hepatobiliares y cáncer generando efecto pleiotrópico y se dirigen a todas las vías de señalización, lo que los convierte en agentes promotores para la terapia anticancerígena. Todo esto nos apertura una gran brecha en la investigación para destacar las propiedades biológicas y la aplicación de los compuestos, así como aislar, identificar y modelar “in vitro” e “in vivo” en enfermedades no transmisibles para ofrecer una alternativa para prevenir o en ocasiones hasta para la recuperación de enfermedades crónico no transmisibles.

 

Fecha de publicación: 6 de noviembre de 2022.

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