Dra. Fátima Elena Esquivel Rodríguez
Escuela de Nivel Medio Superior de Celaya
Universidad de Guanajuato
A través de la historia todos los aspectos relacionados con la participación de la mujer han sido muy polémicos. En algunas culturas y/o épocas se ha manejado la idea que la mujer es un objeto y no sujeto. Desde pequeños se educa a las niñas en la idea que su meta es la de ser madres y esposas, prueba de ello son los juegos permitidos para las niñas como el jugar con muñecas, con aparatos electrodomésticos en miniatura, además de los cuentos infantiles, donde ella juega ese rol de mujer abnegada, sumisa, dócil, en espera de su “príncipe azul” que la llega a rescatar, el cual, no tiene defectos todo es color de rosa, su meta es el que se casen, tengan muchos hijos y sean felices para siempre.
Los medios de comunicación también juegan un papel importante en estos factores, nos venden la idea de belleza igual a mujer, madre igual a productos de limpieza del hogar y electrodomésticos. Así gracias a la apariencia creada por la publicidad todas las mujeres deben ser bellas y al mismo tiempo perfectas como amas de casas, y por otra parte también que surge la mujer ideal, que no es más que un arquetipo femenino creado por la publicidad de los productos de belleza, que hacen creer a la mujer que solo alcanzan su realización si compran estos productos, mas aun la conciben y usan como objeto sexual.
Toda esta cultura se ha transmitido de padres e hijos desde hace mucho tiempo, pero, afortunadamente en la actualidad se están realizando cambios en estos aspectos que benefician a la mujer como resultado de la lucha de los movimientos feministas, la creación de instituciones que apoyan al desarrollo de la mujer, la concientización tanto de algunos hombres como de la mujer misma. Llevando a modificaciones a Leyes, como la Administración Pública Federal en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018 que contó con una estrategia transversal de equidad de género, la cual se veía reflejada en los planes de cada dependencia de gobierno. Por ejemplo, en la meta 3 del PND: México con Educación de Calidad se consideraba la transversalidad de la perspectiva de género, cuando se mencionaba que uno de los objetivos era incentivar la participación de las mujeres en todas las áreas del conocimiento, en particular en las relacionadas con las ciencias y la investigación.
Así pues, debe decirse que la mejor garantía de los derechos que tienen las mujeres se encuentra en las mujeres mismas. Como señala Gerardo Pisarello: “Más allá de las técnicas (como el constitucionalismo) que puedan idear para protegerse, las sociedades no cuentan, al final, con otra garantía que consigo mismas”.
El interés de los estudios sobre la mujer se inicia en México en los años setenta, pero es hasta la década siguiente cuando se crean programas de estudios en los cuales además de la docencia se desarrollan esfuerzos orientados a la investigación. En los noventas este campo de estudio gana un mayor grado de institucionalización al multiplicarse los programas sobre género en diferentes partes del país, al publicarse varias revistas especializadas, y un número significativo de libros sobre el tema. Posteriormente, en el siglo XXI en este proceso de consolidación de las perspectivas de género han desempeñaron un importante papel diferentes actores: los grupos feministas, los organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, las académicas y las mujeres que ocupan cargos públicos, además de las mujeres en el involucramiento de acciones sobresalientes dentro del avance científico y tecnológico.
Estas son algunas mexicanas en la ciencia que han dejado su huella: estas son algunas mexicanas en la ciencia que han dejado su huella: Esperanza Martínez Romero, investigadora biomédica en la UNAM, Sandra Pascoe Ortiz, ingeniera química, Eva Ramón Gallegos, investigadora del Instituto Politécnico Nacional, Carmen Victoria Félix Chaidez, maestra en Ciencias espaciales de la International Space University en Francia, Julieta Fierro Gossman, astrofísica. Retomo lo declarado por esta última científica en una entrevista a CNN en el 2021 referente a que “existen ciertos problemas científicos que únicamente podrán ser resueltos con el involucramiento de más mujeres”.
La Unesco indica que las mujeres representan solo un tercio de los investigadores del mundo, por lo que hay mucho que hacer, echarnos porras de que, si podemos, las mujeres que tenemos hijas o somos docentes fomentar la cultura de la participación y prepararlas académica y éticamente para generar oportunidades, no esperar a que lleguen porque ya están. Y ser personajes activos en los cambios que en nuestro entorno se necesitan.
“Necesitamos las perspectivas de las mujeres para asegurarnos de que la ciencia y la tecnología funcionen para todos”, publicó la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Fecha de publicación: 10 de julio de 2023.
