Dr. José Juan Carreón Barrientos

ENMS Guanajuato

Universidad de Guanajuato 

 
 

La divulgación de la ciencia comprende una serie de actividades destinadas a hacer que el conocimiento científico sea accesible para la sociedad. Esta práctica se divide en dos acciones principales: la comunicación de los resultados obtenidos de proyectos de investigación a la comunidad científica y, la difusión del conocimiento científico a un público no especializado como los niños en escuelas, jóvenes en la etapa de selección de sus carreras universitarias o adultos interesados en ampliar su comprensión. Es innegable la importancia de la divulgación científica, ya que facilita que tanto especialistas como la sociedad en general conozcan los avances que se producen en los centros de investigación o universidades del país, así como los conceptos fundamentales de fenómenos naturales. Además, la divulgación científica fomenta el interés por la ciencia en quienes reciban la información, lo cual puede impulsar el surgimiento de nuevas vocaciones científicas.

Cuando se trata de compartir el conocimiento científico con las niñas y niños, es crucial considerar que sus primeros años son fundamentales para su formación y desarrollo. Su curiosidad natural y disposición a aprender todo lo que esté a su alcance les permite absorber conocimientos muy fácilmente. Por lo que el planificar actividades de divulgación científica de manera adecuada, accesible y entretenida es imperativo, ya que, al hacerlo de esta manera, se garantiza que las niñas y niños tengan un aprendizaje significativo y que estimulen su pensamiento crítico.

¿Qué debe tener una estrategia de divulgación científica efectiva dirigida a la comunidad infantil?

1. Actividades experimentales sencillas. Los experimentos que se seleccionen para demostrar un fenómeno físico, una reacción química o explicar un fenómeno natural deben ser sencillos, fáciles de realizar, reproducibles e inofensivos.

2. Capacitación de los divulgadores científicos. Cualquier persona que desee convertirse en divulgador científico debe estar bien preparada para enseñar ciencia. Para ello, es fundamental participar en cursos de actualización, de formación continua y talleres especializados que enriquezcan su conocimiento científico y mejoren sus habilidades como comunicador.

3. Recursos didácticos innovadores. Cuando las niñas y niños realizan la actividad experimental, aprenden jugando y observan el fenómeno de manera inmediata. Si combinamos esta actividad con el uso de tecnología como los simuladores, videos, aplicaciones móviles y juegos virtuales se fortalece el aprendizaje, haciéndolo más atractivo.

4. Eventos y Ferias Científicas. Organizar eventos en los que se presenten las actividades realizadas por la comunidad científica o el público en general y en especial el infantil, es una excelente plataforma para la divulgación del conocimiento científico. Además, estos eventos enriquecen y fomentan las relaciones entre la comunidad científica y el público, rompiendo la barrera entre ellos y haciendo que los científicos se perciban como personas accesibles.

La divulgación científica entre la comunidad infantil debe ser una práctica obligatoria en las instituciones de educación básica, ya que contribuye significativamente a mejorar su aprendizaje, a fomentar su pensamiento crítico y a tener un mayor contacto con el conocimiento científico generado en el país. Por esta razón, es necesario que las instituciones de gobierno, universidades, centros de investigación y la sociedad en general coordinen esfuerzos para organizar más actividades y eventos que den la oportunidad de compartir dicho conocimiento. Con el paso del tiempo, se comprobará que invertir en la educación de niñas y niños es la mejor inversión que un país puede hacer.

 
 

Fecha de publicación: 5 de septiembre de 2024.

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