Emiliano Torres Figueroa y Alberto Jordán Valdez Villar

Licenciatura en Música

División de Arquitectura, Arte y Diseño

Campus Guanajuato, Universidad de Guanajuato 

 
 

La forma de ver la historia del arte como la conocemos actualmente no siempre fue así. Para entenderla, la teoría es fundamental.

Según el crítico suizo Heinrich Wölfflin “La historia del arte era una historia sin nombre”.

En contraste al pensamiento histórico en el siglo XVIII en el que la idea de la perfectibilidad del hombre y su arte estaba ligada al paso del tiempo, en el siglo XIX este pensamiento se modificó por el concepto de la continuidad histórica derivada de la teoría de la evolución, donde las formas de la cultura y el arte fueron relacionadas al nacimiento, crecimiento, decadencia y disolución.

Anteriormente solo se tomaban en cuenta las formas y estilos colectivos e individuales y no los hechos biográficos. Así, muchos de los términos históricos en la música como; renacimiento, barroco, clasicismo, etc., fueron tomados de las artes visuales y arquitectónicas.

La búsqueda de características de una época cultural en específico presenta un desafío para la imaginación y la comprensión. El escribir sobre la historia de la música es una tarea sencilla pero compleja para los estudiosos; puede conducir al historicismo, al relativismo histórico y estético, es decir, a la creencia de que lo único significativo que se puede observar acerca de un acontecimiento histórico o de una obra de arte es su particularidad. Además, fomenta un deseo superficial de buscar e imponer relaciones estilísticas donde tal vez no estén presentes. Mantiene la posición de que la función del musicólogo y del crítico es profundizar en el significado cultural de un objeto de arte y transferir ese significado verbalmente a la mente del oyente u observador.

Lo fundamental para el historiador de la música es conocer los conceptos de un estilo determinado, estos son el marco fáctico dentro del cual ve su objeto de atención: la sustancia musical de las obras de arte. Las composiciones de un estilo determinado comparten características en común. Por otra parte, los estilos no son fijos ni totalmente independientes, son formas específicas de ver las relaciones musicales; pueden superponerse y algunos pueden contener por completo a otros, sin embargo, una categoría estilística una vez establecida puede funcionar como una norma con respecto a la cual se evalúan las relaciones, por ejemplo: para determinar si una composición anónima podría razonablemente atribuirse a un compositor determinado o a una época, o para ver si una obra cuyo autor es conocido contiene características de otro estilo y así plantear una línea de influencia bilateral. Es a partir de un corpus de juicios de este tipo que se pueden establecer categorías estilísticas más amplias: el estilo del renacimiento, el estilo francés del siglo XVIII, el estilo operístico, etc., estos definidos por el tiempo, el lugar y la función.

El musicólogo alemán Manfred Bukofzer dijo: “la descripción del origen y el desarrollo de los estilos, sus interrelaciones, su transferencia de un medio a otro, es la tarea central de la musicología”. Sin embargo, en última instancia el estilo es solo una conveniencia: esta parte de la tarea de la musicología es trazar la evolución de la música misma.

 
 

Fecha de publicación: 26 de octubre de 2024.

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