
Dr. Juan Gabriel Segovia Hernández
Departamento de Ingeniería Química
División de Ciencias Naturales y Exactas
Campus Guanajuato, Universidad de Guanajuato
La lucha contra el cambio climático ha impulsado la búsqueda de combustibles sostenibles como alternativa a los fósiles, que son grandes emisores de gases de efecto invernadero. En este contexto, los eFuels, o electrocombustibles, se perfilan como una opción prometedora. Estos combustibles sintéticos no solo pueden reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono (CO₂), sino que también tienen el potencial de transformar sectores clave como el transporte, la industria y la energía, alineándose con la economía circular y la sostenibilidad. Los eFuels se producen combinando hidrógeno y dióxido de carbono. El hidrógeno se obtiene mediante electrólisis, un proceso que utiliza electricidad renovable (solar, eólica o hidroeléctrica) para separar el agua en hidrógeno y oxígeno. Luego, el hidrógeno verde se mezcla con dióxido de carbono capturado de la atmósfera o fuentes industriales, sintetizando hidrocarburos líquidos como gasolina, diésel o queroseno. A diferencia de los combustibles fósiles, los eFuels no agregan CO₂ a la atmósfera, ya que el carbono emitido al quemarse es el mismo que se capturó previamente. Esto crea un ciclo cerrado de carbono, con impacto neto cero en las emisiones, siempre que la energía usada para su producción sea renovable.
Una de las grandes ventajas de los eFuels es su potencial para descarbonizar sectores donde las alternativas actuales, como los vehículos eléctricos, no son prácticas o eficientes. Esto es especialmente relevante en sectores como:
Transporte aéreo: La aviación es responsable de aproximadamente el 2-3% de las emisiones globales de CO₂, y electrificar los aviones a gran escala aún no es tecnológicamente viable debido a las limitaciones en la densidad energética de las baterías. Los eFuels ofrecen una solución sostenible para alimentar aviones sin necesidad de cambiar las infraestructuras existentes ni el diseño de las aeronaves.
Transporte marítimo: Los buques de carga y los cruceros dependen en gran medida de combustibles fósiles pesados, y los eFuels podrían ser una opción clave para descarbonizar esta industria sin sacrificar eficiencia operativa.
Transporte pesado: En sectores como el transporte de mercancías por carretera y la maquinaria agrícola, donde la electrificación enfrenta retos importantes debido al peso y la capacidad de las baterías, los eFuels permiten utilizar motores de combustión interna con un impacto ambiental mucho menor.
Además de ofrecer una solución viable para sectores difíciles de electrificar, los eFuels son compatibles con la infraestructura energética existente, lo que significa que pueden ser almacenados, transportados y distribuidos utilizando los mismos canales que los combustibles tradicionales. Esto reduce los costos de inversión inicial y acelera su adopción, ya que no requiere la construcción de nuevas infraestructuras a gran escala.
En el marco de la economía circular, los eFuels también destacan por reutilizar el CO₂ que de otro modo contribuiría al calentamiento global. El dióxido de carbono capturado de plantas industriales o mediante tecnologías de captura directa del aire (DAC) se convierte en un recurso valioso para producir nuevos combustibles. Esta captura y reutilización de CO₂ crea sinergias industriales que maximizan la eficiencia, permitiendo utilizar excedentes de energía renovable para estabilizar las redes eléctricas. De esta manera, los eFuels contribuyen a reducir, reutilizar y reciclar carbono, principios fundamentales de la economía circular.
A pesar de su potencial, los eFuels enfrentan desafíos importantes. La producción de estos combustibles requiere grandes cantidades de energía, lo que los hace actualmente más costosos que los fósiles. Sin embargo, a medida que avance la tecnología de electrólisis y disminuyan los costos de la energía renovable, se espera que los eFuels se vuelvan más competitivos. Otro reto es la escala de producción, que aún no es suficiente para satisfacer la demanda global. Para escalar, será crucial invertir en plantas de producción, tecnologías de captura de carbono y una mayor integración con energías renovables.
A pesar de estos desafíos, los eFuels ofrecen grandes oportunidades para el crecimiento económico y la innovación tecnológica. Invertir en investigación y desarrollo en este campo puede generar empleos y posicionar a las naciones a la vanguardia de la transición energética global. Los eFuels también podrían desempeñar un papel crucial en la reducción de emisiones de sectores industriales difíciles de descarbonizar, complementando la electrificación.
En conclusión, los eFuels son una solución flexible y estratégica para la transición hacia una economía baja en carbono. Su capacidad para reducir emisiones de CO₂, aprovechar infraestructuras existentes y promover la economía circular los posiciona como actores clave en la sostenibilidad global. Aunque aún hay retos por superar, los avances tecnológicos y las políticas de apoyo adecuadas podrían convertir a los eFuels en un pilar esencial para un futuro energético más limpio y sostenible.
Fecha de publicación: 2 de noviembre de 2024.

