Dra. Perla Shiomara del Carpio Ovando y Dr. Héctor Daniel Vega Macías
Departamento de Estudios Culturales, Demográficos y Políticos
División de Ciencias Sociales y Administrativas.
Campus Celaya - Salvatierra. Universidad de Guanajuato
En el estado de Guanajuato la cantidad de población indígena es relativamente menor en comparación con otros estados del país como Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Guerrero. Sin embargo, ello no justifica que la atención y el conocimiento que existe sobre los pueblos indígenas en el estado sean limitados. De hecho, pareciera ser que hay cierta invisibilidad de las comunidades indígenas que residen en la entidad. Esto no debería ser así ya que en la entidad existen municipios que tienen una presencia indígena muy importante y que son tesoros culturales de Guanajuato.
Según el Censo de Población 2020, en Guanajuato residían alrededor de catorce mil hablantes de lengua indígena, lo que apenas llega a representar alrededor de 2 indígenas por cada mil habitantes. Sin embargo, podríamos ampliar este criterio ya que se registraron 5,611 hogares considerados como indígenas, donde residían cerca de 26 mil personas, es decir, hogares donde la jefa, el jefe, su cónyuge o algunos de sus ascendientes de estos declararon hablar lengua indígena.
En el estado hay cinco lenguas indígenas predominantes: náhuatl, chichimeca jonaz, otomí, mixe y mazahua. Con todo, hay registro de hablantes de otras 28 lenguas indígenas que tienen una presencia minoritaria en la región, las cuales, desafortunadamente, enfrentan el riesgo de extinguirse con el paso de las generaciones. Estos grupos indígenas en el estado son resultado del establecimiento de los pueblos originarios, pero también de procesos de migración interna desde otras entidades federativas del país, como Oaxaca y el Estado de México..
En la entidad los principales municipios con presencia de población indígena son Tierra Blanca y San Luis de la Paz, ambos localizados en el noreste del estado. Tierra Blanca cuenta con 18 comunidades con población indígena, donde las lenguas con mayor frecuencia son el otomí y el náhuatl. Además, en Tierra Blanca aproximadamente de cada mil personas 3 se consideran afromexicana negra o afrodescendiente. En el caso de San Luis de la Paz, la lengua indígena que sobresale es la chichimeca jonaz. De hecho, sus antecedentes históricos han hecho que se conozca como “San Luis de la Paz, Nación Chichimeca”.
En Tierra Blanca y San Luis de la Paz la migración interna, internacional y otros tipos de movilidades son importantes y han contribuido, en cierta forma, a que la población indígena se disperse. Lo anterior y el crecimiento económico de Guanajuato, de cierta manera, han invisibilizado a los pueblos indígenas de la entidad ya que se ha considerado que solamente hay comunidades indígenas en estados con precariedad económica. Cabe mencionarse que el estado ocupó en 2022 la sexta posición en México por su aportación al Producto Interno Bruto y junto con Jalisco y Michoacán destacó como uno de los tres estados con mayor captación de remesas, lo cual da cuenta de que es una entidad federativa con contrastes ya que, por una parte, se observa crecimiento económico a partir de inversiones que permiten la creación de empleos y, por otra parte, es una región con necesidades de gran relevancia. Por ejemplo, en el año 2018 el 43.4% de la población se encontraba en situación de pobreza y las personas con carencias sociales alcanzaron un valor de 29.4%.
Además, en el estado hay municipios con un alto grado de marginación y en ellos se encuentra parte de la población indígena estatal, lo cual puede reflejar que el crecimiento económico en la entidad, así como el acceso a servicios, puede ser diferenciado para la población indígena ya que aunque no se observen profundos contrastes con respecto a la población no indígena, esto no significa que sus indicadores sean satisfactorios; en todo caso, esta situación refleja que los indígenas comparten con el resto de la población desventajas socioeconómicas.
Cabe mencionar que hay otros municipios como León o Celaya que también tienen una presencia importante de población indígena. Por ejemplo, estos municipios concentran el 25.5% y el 7.7% de los hablantes de lengua indígena; sin embargo, debido a la cantidad total de habitantes en estas ciudades, la población indígena es menos notoria. De hecho, el 74% de la población indígena guanajuatense reside en localidades urbanas y solo 26% está en localidades consideradas como rurales (menores a 2,500 habitantes), es decir, gran parte de las problemáticas que tiene la población indígena ocurre en las localidades urbanas, donde suelen encontrarse más dispersos geográficamente, dificultando la atención de las políticas públicas y provocando dificultades para conformar una comunidad y ejercer derechos relacionados con lo indígena.
Aunque en espacios urbanos, la población indígena en Guanajuato vive dificultades como el resto de los pueblos indígenas del país, como son la discriminación y exclusión por origen étnico, uso de la lengua originaria y género, lo cual representa un obstáculo para la integración, el acceso a diversos servicios y al empleo. La dispersión geográfica también es importante ya que disminuye las posibilidades de que entre la población indígena se generen alianzas para enfrentar, de forma conjunta, las problemáticas que les afecta. A pesar de todo ello, siguen construyendo parte de la historia social, cultural, histórica, patrimonial y económica del estado, misma que podemos constatar en sus múltiples expresiones culturales valiosas (artesanías, música, lengua originaria) y en los diversos trabajos que realizan. Ellos y ellas son tesoros de Guanajuato.
Para saber más:
Vega-Macías, D. y Del Carpio, P. (2024). Visibilizando a pueblos indígenas del estado de Guanajuato, México, a través de un análisis sociodemográfico. EntreDiversidades, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 21, 1-20.
https://doi.org/10.31644/ED.IEI.V21.2024.A04
Fecha de publicación: 20 de agosto de 2025.
