Dra. Ma. Fabiola León Galván
Departamento de Alimentos
División de Ciencias de la Vida
Campus Irapuato Salamanca, Universidad de Guanajuato
Las estadísticas del sector salud sitúan en primer lugar la incidencia de diabetes e hipertensión, mismas que se han asociado al estilo de vida y principalmente a la alimentación. En un intento por coadyuvar al tratamiento de estas enfermedades, la investigación se ha enfocado al estudio de péptidos bioactivos, que son pequeñas secuencias de aminoácidos con actividad biológica que se encuentran de manera inactiva (encriptada) dentro de la proteína.
El proceso de liberación de péptidos bioactivos se da por acción química en el procesamiento del alimento y enzimática en el organismo por la acción de las proteasas gástricas e intestinales, la intención es que los péptidos bioactivos atraviesen el epitelio intestinal y lleguen a los tejidos periféricos a través de la circulación sanguínea, para que a su vez ejerzan su acción biologica. Dependiendo de su naturaleza pueden ejercer diferentes actividades biológicas, como reguladores del metabolismo, antioxidantes, antihipertensivos, antiglucemiantes, anticarcinogenicos, antimicrobianos, entre otras.
En el laboratorio de proteogenómica funcional de la División de Ciencias de la Vida nos enfocamos al estudio de péptidos bioactivos con potencial antihipertensivo para tratar de disminuir la hipertensión y de péptidos antiglucemiantes como coadyuvantes contra la diabetes. Hemos encontrado la presencia de este tipo de péptidos en proteínas de suero primario y secundario de leche y en semilla de Cucúrbita argyrosperma sororia conocida como chicayota.
Para que estos péptidos puedan actuar se requiere de cantidades sumamente pequeñas del orden de 100 a 200µg (microgramos) para inhibir la enzima dipeptidil peptidasa IV (DPP-IV), la cual bloquea moléculas específicas conocidas como GLP1 que son las responsables de estimular la biosíntesis de insulina, de tal forma que, si se logra bloquear la encima mencionada, GLP1 puede seguir funcionando de manera normal controlando los niveles de glucosa en la sangre. Aunado a lo anterior, hemos encontrado péptidos que inhiben la enzima convertidora de angiotensina (ECA) responsable de la vasoconstricción arterial que provoca la elevación de la presión sanguínea. En ambos hemos comprobado su actividad biológica, ahora el nuevo reto es micro y nano encapsularlos para incorporarlos a un alimento funcional en el que se pueda controlar su liberación para que puedan tener el efecto biológico benéfico en la salud del consumidor.
Fecha de publicación: 9 de julio de 2017.
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