Dra. Asunción Rangel
Departamento de Letras Hispánicas
División de Ciencias Sociales y Humanidades,
Campus Guanajuato, Universidad de Guanajuato
En el principio fue la poesía. No en vano, uno de los primeros textos filosóficos de occidente fue escrito en verso épico. Me refiero a la única obra de Parménides de Elea (de la cual sólo conocemos fragmentos). Ahí, ni más ni menos, se ponen sobre la mesa algunos de los asuntos que todos los discursos generados por el hombre han intentado dirimir: lo que es, lo verdadero, el conocimiento. Es la poesía, precisamente, una suerte de semillero o de receptáculo de ideas reveladoras; para decirlo con Ramón Xirau, la poesía genera un conocimiento que se refiere a cuestiones vitales: nuestro origen, nuestro destino, el tiempo, la vida misma, la inmortalidad, la divinidad. Siguiendo a este poeta y pensador, conocer, en el Antiguo Testamento es penetrar; e intuir –esta última palabra, en sus orígenes, también significa penetración–. En ese tenor, el conocimiento que genera la poesía es corporal y espiritual. Dice Xirau: “el poema es el vehículo que permite que las personas entren en contacto vital y espiritual”.
Si pudiera describir, o atisbar una descripción, de un poema, sería ésta: “una fascinante cartografía de ideas reveladoras”; y lo que revela la poesía es, como ha quedado señalado, un conocimiento sobre el mundo en el que estamos.
Mi trabajo de investigación está orientado, con mayor ahínco, hacia la lectura, comprensión y articulación de sendas de interpretación de la poesía hispanoamericana de los siglos XIX y XX, y particularmente de poetas mexicanos, chilenos, argentinos y peruanos. Las sendas de interpretación que se privilegian en mi trabajo como investigadora, tienen –o buscan tener– una base sólida en una lectura muy detenida, aguda y profunda de los poemas. Sin embargo, el análisis no es el fin último del diálogo que intento entablar con los sujetos que habitan en la poesía. Las sendas de lectura que suelo proponer, echan mano de líneas de pensamiento provenientes de la filosofía, ya que “[n]o se encuentra el hombre entero en la filosofía; no se encuentra la totalidad de lo humano en la poesía”, escribe María Zambrano en Poesía y Filosofía. Mi trabajo de investigación intenta andar en esa senda surcada por dos caminos: el poema y la filosofía.
Fecha de publicación: 20 de agosto de 2017.
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