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  •  La OSUG, bajo dirección de Enrique Bátiz, satisface con interpretación de autores como Nicolai, Beethoven y Tchaikovsky
  •  “Sin cultura no podemos vivir”, Marco Shiavo

 

Guanajuato, Gto., 05 de marzo de 2011.- El maestro Marco Schiavo, pianista italiano, director artístico de la organización internacional del Festival de Música de Cámara “Música Irpina” de la Velia Festival y de la Asociación Internacional de la Música “A. Toscanini”, invitó a los jóvenes a tocar un instrumento sin importar si se van a dedicar o no, de manera profesional a la música.

Dijo que él empezó a tocar el teclado a los tres años y a partir de esta edad, incluso antes, se debe acercar a los niños y a los jóvenes a la música clásica.

Agradecido por la ovación del público de diferentes edades que asistió al Teatro Principal el pasado viernes al concierto de la OSUG donde interpretó, bajo la dirección del maestro Enrique Bátiz, el “Concierto para piano no.3 en do menor Op. 37” de Ludwig Van Beethoven, el maestro Schiavo calificó a los asistentes como “un público excelente”.

Al término de su participación celebró que los jóvenes asistan al Teatro Principal a escuchar a su orquesta, ya que en Europa la mayor parte del público que acude son adultos mayores, además que hay un recorte presupuestal a la cultura por lo que exhortó a los jóvenes de México a escuchar música y que vayan a los conciertos porque “sin cultura no podemos vivir”.   

El maestro Marco Shiavo es la segunda vez que visita Guanajuato y la primera vez que toca con la OSUG, sin embargo se sintió tan cómodo con ellos que dijo que parecía que ya habían trabajado anteriormente.

Algunos de los escenarios donde se ha presentado son: Konzerthaus de Viena, Carnegie Hall de New York, Teatro Colón de Buenos Aires, Sala Verdi de Milán, Sídney Opera House, Gasteig de Múnich, Rudolfinum–Dvorak Hall, Smetana Hall de Prague, Ravello Festival, Festival de la Ciudad de México, entre muchos otros.

Finalmente Shiavo reconoció el trabajo y trayectoria del maestro Enrique Bátiz quien al frente de la OSUG inició el concierto con Las alegres comadres de Windsor, última obra para teatro que escribió Karl Otto Nicolai (1810-1849).

La presentación del viernes concluyó con la interpretación de la Sinfonía no. 2, La pequeña Rusia, de Tchaikovsky (1840–1893) que inserta temas y canciones populares de Ucrania. El público salió satisfecho del recinto.

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