
Guanajuato, Gto., a 27 de junio de 2025.- Con una iniciativa planificada desde el Programa Institucional de Igualdad de Género de la Universidad de Guanajuato (UG) se trabaja en la actualización correspondiente al Reglamento de Responsabilidades y Sanciones en Materia de Violencia de Género, así como, del Protocolo de Atención a Casos de Violencia de Género.
Desde la escucha de voces con una participación plural y un enfoque horizontal, se realizó la primera mesa de trabajo que marca el inicio de un proceso participativo que busca transformar el reglamento y protocolo de atención actual, sustentado en experiencias reales, deficiencias detectadas y la suma de propuestas que contribuyan a fortalecer la atención con perspectiva feminista, de género y de diversidad.
“La construcción en lo colectivo genera grandes riquezas y estas riquezas se traducen en la posibilidad de crear, en este caso una normativa que esté adecuada a las realidades de todos los contextos de nuestra universidad. Entonces, el proceso o la metodología participativos que hemos propiciado a través de estas mesas de trabajo busca justamente eso, encontrar saberes, experiencias y conocimiento de otras áreas, lo que nos permite tener un panorama muchísimo más amplio, rico y vasto”, señaló el Lic. José Pérez, Coordinador de Evaluación y Seguimiento del Programa Institucional de Igualdad de Género.
Durante la primera mesa de trabajo se presentó el reglamento actual y el protocolo de atención en un espacio de reflexión colectiva con la participación de personal proveniente de las diversas áreas de la UG, en sus dos subsistemas educativos del nivel medio superior y superior quienes coadyuvan de manera directa con el Programa Institucional de Igualdad de Género, personas de primer contacto, especialistas en atención a la violencia de género con enfoque feminista e interseccional, así como personas que han enfrentado esta violencia estructural.
Como parte de la jornada de trabajo, se realizó el mapeo de fallas, experiencias y situaciones vividas, lo que permitió identificar en lo colectivo aspectos clave que requieren ser modificados o fortalecidos. Asimismo, se permitió identificar necesidades no cubiertas en los espacios universitarios como aquellos que articulan actividades externas que forman parte de la vida académica de las y los integrantes de esta comunidad universitaria.
La recolección de datos que surja de estos ejercicios de reflexión y autocrítica permitirá abrir camino a una transformación institucional que reconozca y actúe articuladamente para una universidad más justa, segura e inclusiva que garantice una cultura de paz en la erradicación de las violencias y la construcción de espacios seguros.
“Este espacio fue muy enriquecedor en el sentido de que podemos escuchar voces que tienen conocimientos y saberes expertos y que escapan del espacio del Programa Institucional de Igualdad de Género, como de quienes también brindan apoyo, contención y seguimiento a diversos casos, pero que no forman parte de la estructura del programa. Y escucharles, tener la oportunidad de reflexionar sus experiencias, de integrarlas en un instrumento que refleje estas realidades, es necesario para poder tener un programa fortalecido que se ajuste a las necesidades de las propias comunidades universitarias, pero también que haga justicia a los saberes expertos de otras personas que están inmersas en este”, explicó, elle Mtrx. Ernesto Barajas Paez, Coordinador de Asistencia Legal Especializada en Niñas, Niños y Adolescentes del Programa Institucional de Igualdad de Género.
Las siguientes mesas contemplan el trabajo con comunidad estudiantil y autoridades universitarias con el propósito de generar una propuesta de reforma que sea legítima y representativa para la comunidad universitaria de la UG.











