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Contribuirán a optimizar sus procesos de recuperación de metales utilizando métodos alternativos

Uno de los problemas a este nivel de actividad minera es que no se tiene suficiente cuidado con las sustancias nocivas para la salud humana ni para el medio ambiente

Investigadores de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) desarrollan un proyecto para identificar comunidades mexicanas dedicadas a la pequeña minería para contribuir a optimizar sus procesos de recuperación de metales utilizando métodos alternativos.

El doctor Alejandro Alonso Gómez, investigador del Departamento de Energía, explicó que en México hay compañías mineras muy importantes como Peñoles (exportadora de plata a nivel mundial) y Grupo México (importante productor de cobre), además de compañías canadienses dedicadas a la obtención de materiales (que tienen plantas para el procesamiento de plata, plomo, zinc, cobre y manganeso).

Sin embargo además de esa gran minería que da empleo a miles de personas, hay otra, casi oculta, que se encuentra principalmente en regiones muy aisladas que han venido explotando minerales a lo largo de varias generaciones. Desafortunadamente, la forma como lo hacen "que es aprendida de sus padres y los padres de sus padres", se basa en el uso de tecnologías viejas, poco eficientes y poco seguras tanto para el medio ambiente como para ellos mismos.

En el norte del país, por ejemplo, hay regiones donde todavía se utiliza mercurio para extraer plata, lo que resulta muy peligroso; el mercurio tiene una presión de vapor muy elevada y esto lo hace altamente tóxico porque afecta el sistema nervioso central y además se aloja en el tejido graso de nuestro organismo y por tanto "no lo podemos eliminar".

En otras comunidades ya utilizan tecnologías más avanzadas, pero se siguen basando en el uso de cianuro y aunque es muy eficiente y barato, éste también resulta altamente tóxico, pues menos de un gramo es capaz de matar a una persona adulta.

Uno de los problemas a este nivel de actividad minera es que no se tiene suficiente cuidado "como lo hacen las grandes empresas que cuentan con sistemas de tratamiento de efluentes donde se descompone el cianuro a sustancias no nocivas para la salud humana ni para el medio ambiente".

En algunas comunidades urbanas ha crecido el tratamiento de desechos electrónicos, principalmente tarjetas de computadora, donde se utilizan básicamente dos métodos; por un lado, lo que hacen después de cortar las tarjetas de computadora, que contienen una gran cantidad de oro, cobre y plata, las queman y de esa manera eliminan el plástico, pero no lo queman en hornos con sistemas de retención de gases, sino al aire libre, emitiendo gases tóxicos e incluso algunos polímeros como el PVC que son también muy tóxicos.

En una segunda etapa hacen una mezcla donde vienen todos los metales; el problema es a la hora de recuperación de los metales en los desechos porque hay, por ejemplo, ácidos altamente corrosivos que al final van a dar al drenaje.

El propósito de este proyecto –impulsado por las divisiones de Ciencias Básicas e Ingeniería y de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad Azcapotzalco– es trabajar en conjunto para encontrar las comunidades que se dedican a la actividad minera y hacer un atlas de la pequeña minería, así como detectar qué tipo de minerales están utilizando, qué productos obtienen, con qué tecnologías trabajan y cuáles son las medidas de seguridad que emplean, si es que las tienen.

De igual manera, en las zonas urbanas, primero debe conocerse de forma muy particular cuál es la problemática de cada comunidad y una vez que se tenga esa información, avanzar en la optimización de procesos encaminados a la recuperación de metales con métodos alternativos que sean fácilmente implementables y controlables, dijo el investigador del Laboratorio de Análisis de Procesos.

La idea además es que la misma gente que se dedica a esta actividad sea la que lleve a cabo estos procesos, "pues con la experiencia que ya tienen y lo que nosotros les podemos ayudar, fácilmente se podrían instalar empresas que les ayudaran a mejorar su nivel de vida y les permitieran continuar con la actividad a la que se han dedicado por años".

El doctor Alonso Gómez, quien ganó una de las cátedras del programa de Cátedras del Conacyt, explicó que él particularmente está trabajando en el desarrollo de sistemas novedosos para la recuperación de metales a partir de diversas fuentes.

Por ejemplo, para recuperar oro y plata se utiliza principalmente mercurio y si acaso cianuro. El método ya está desarrollado y se sabe cómo minar el terreno, obtener las rocas, molerlas, pulverizarlas y meterlas al proceso. "Es ahí donde nosotros proponemos un cambio, porque en este proceso, dependiendo del tipo de mineral que se quiera obtener, será la respuesta que vamos a dar".

En ese caso "tendríamos un par de propuestas que son la utilización de tiourea oxidada químicamente y tiosulfato". Ambos reactivos tienen una toxicidad muy baja y con ello se evita la contaminación de grandes volúmenes de agua, "nos permite hacer una serie de cosas después, ya que mediante un tratamiento de vía húmeda, una determinada solución (mezclas acuosas) toma selectivamente los metales para los cuales fue diseñada. Es decir lo que nosotros hacemos es justamente diseñar esas soluciones. Tiosulfato y tiourea son muy selectivas y pueden tomar el oro, la plata, algo de cobre", entre otros.

Después de eso se va a una etapa de separación y lo que más "hemos estudiado es la separación electroquímica mediante reactores electroquímicos que aquí mismo se diseñan". Con este método no se gastan grandes volúmenes de agua porque ésta se reutiliza y casi no se generan desechos, "pues lo que usamos en electroquímica es electricidad, y esto impide que se contamine la solución con la que se trabaja".

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